lunes, 6 de enero de 2020

Dejo Krasnoyarsk, próxima estación Novosibirsk


Aunque son las 7,30 de la mañana aún no ha amanecido pero la estación de Krasnoyarsk luce de forma espectacular.

Esta vez he tenido que madrugar y para variar he cogido un tren diurno. No son muchas horas, apenas 11, y entre quedarte traspuesto con el traqueteo en tu litera, pasar un rato en el vagón restaurante comiendo algo y quedarte absorto mirando el blanco paisaje, se pasa rápido y relajado. En mi cabina voy con una simpática pareja rusa que me han ayudado a colocar la sabana en mi litera aunque la barrera del idioma no permite más florituras.

De nuevo voy en el Rossiya, el tren 001 que sale cada dos días de Moscú y Vladivostok. A las 8,19 de la mañana salía de Krasnoyarsk.




Es impresionante la cantidad de tráfico ferroviario, fundamentalmente de carga, que tiene este corredor de casi 10,000 kilometros. Te vas cruzando continuamente con convoyes de más de 60 vagones, cargados de carbon, gas o hidrocarburos, madera, coches y contenedores. Al fin y al cabo Rusia sólo cuenta con puertos importantes en Vladivostok y en el Mar Negro, así que esta vía es fundamental para la supervivencia del comercio en este pais. Los puertos del Artico están siempre congelados.


Lo cierto es que hasta ahora no hemos cruzado montañas y habrá que esperar a los Urales para ver otro tipo de paisaje, de todas formas en este trayecto estoy viendo bastante curvas que hasta ahora eran poco habituales.


También hay mucha más nieve. Da la impresión de que anoche tuvo que caer bastante. Las ramas de los arboles están llenas de nieve.


El trayecto de 755 kilómetros que recorro hoy apenas tiene 6 ó 7 paradas y sólo una larga donde salir a estirar las piernas. Se trata de la estación de Mariinsk y hay algo más de media hora de descanso.


En el tren hace calor, por lo que todos vamos en manga corta y algunos incluso con pantalones cortos, como es el caso de este coreano que cruza las vías para comprar algo. La temperatura no es extremadamente baja pero no parece muy buena idea.


Aquí puedo hacer una foto desde el mismo centro de la plataforma, aprovechando que no viene ningún tren. Todas las estaciones tienen una cantidad de vías que sólo he visto en estaciones de grandes capitales, pero aquí es necesario en vista del trafico existente.


Esta es la locomotora, nada espectacular, pero nuestro tren no lleva más de 10 ó 12 vagones.


Los empleados, que por otra parte son muchos ya que hay al menos uno por vagon más los de mantenimiento, restaurante, etc., aprovechan las paradas para quitar el hielo de los bajos del tren que se va acumulando, por eso se ve tanta nieve negra en las estaciones.


Esta es la última parada de 2 minutos en la que aún es de dia, y asomo mi cabeza por la puerta para tomar una foto de la estación ya que no hay tiempo de bajar. Tan solo suben o bajan pasajeros.


La vida no parece que sea fácil en estos pueblos aislados, de los que te encuentras bastantes.


Cómo en otras ocasiones, es complicado tomar fotos desde dentro por la suciedad de las ventanas, los reflejos y el movimiento. Con este video se puede apreciar mejor lo que se ve desde las ventanas del tren.


A las 19,39, puntualmente llegamos a la Estación de Novosibirsk donde rápidamente he cogido un taxi para ir a mi hotel.


Mañana podré ver la ciudad bien, de momento solo he dado un paseo por los alrededores del hotel y desde luego no había visto más nieve acumulada en una ciudad como en ésta.
Pasado mañana está previsto que nieve de nuevo. Ya veremos.